De acuerdo con las aleyas del Corán y los hadices, el propósito de Dios para la creación del ser humano, es crear un ser perfecto que tenga los rasgos y cualificaciones para alcanzar la cercanía a Dios. Obviamente, no es posible que el hombre alcance este objetivo sin una planificación precisa. Pero dado que algunas de las ciencias necesarias para conocer y avanzar hacia este objetivo están fuera del alcance de la razón humana o tal vez la sabiduría puede equivocarse y caer en errores y faltas, entonces necesitamos una fuente divina para proporcionar este conocimiento y presentar este programa. Por lo tanto, Dios envió a Sus mensajeros a la humanidad para enseñarle el camino de la felicidad y la perfección. Estas enseñanzas llegaron a ser conocidas como la religión divina.
En la ciudad de Kufa, la honorable Señora Zaynab (P) dio un discurso dirigido a la gente de Kufa, en el cual criticó a los Kufanos por su deslealtad y traición, y considero su comportamiento con el Imam Husain (P) como una mancha oscura que nunca se purificará en la historia.
Cinco años después del suceso de Ashûra, el decimocuarto día de Rabi’ al-Awwal del año 66 de la hégira (685 D.C.) Mujtar se levantó en Kufa contra el Gobierno de los Omeyas para vengar el derramamiento de sangre del Imam Husain (P). Su levantamiento fue apoyado por Muhammad Ibn Hanafiya, hijo del Imam Ali (P) y la mayoría de los shiítas de Kufa, entre ellos, Ibrahim Ibn Malik Ashtar. Después de conquistar Kufa, Mujtar subió al pulpito de la mezquita y dio un sermón para que la gente le diese juramento de lealtad.
Durante este levantamiento, Mujtar logró matar a algunas personas que tuvieron un papel importante en el asesinato del Imam Husain (P) y sus compañeros.
Cada una de las religiones anteriores, era la mejor vía para la perfección de la gente de su tiempo. Sin embargo, con el paso de tiempo y el desarrollo del conocimiento del ser humano, Dios envió religiones más completas, y el Islam es la religión más perfecta.
El Terrorismo significa crear miedo en la comunidad a través del asesinato de ciudadanos para lograr objetivos políticos personales. El Islam lo prohíbe y ha designado castigos severos para este crimen, ya sea en la ley de Talion o en la las leyes acerca de la seguridad. En las palabras de los infalibles (P), el terror se considera un acto Haram. En la historia islámica, también hay muchos ejemplos de la negación del asesinato y el terrorismo, por ejemplo, la historia de Muslim bin Aqil y Ubeidullah bin Ziad. En la historia de la Revolución Islámica, el Imam Jomeini no aprobó el asesinato de Hasan Ali Mansour, uno de los ministros del régimen de la monarquía Pahlavi.
Mujtar Ibn Abi ‘Ubayda al-Saqafi, también conocido como Kayyes (کیّس) fue el líder de uno de los primeros levantamientos contra los Califas Omeyas para vengar el martirio del Imam Husain (P) en la batalla de Karbalá. Mujtar empezó su levantamiento en el año 66 de la hégira, lo que dejó como resultado la muerte de muchos de los asesinos de los compañeros del Imam (P). Finalmente, en el año 67 de la hégira, fue asesinado por Mus'ab Ibn al-Zubayr, después de 18 meses de su Gobierno en Kufa.
Según el Sagrado Corán, los siguientes grupos y personas se han alejado de la misericordia de Dios:
Después de la muerte de Yazid, los líderes y personalidades shiítas de Kufa, quienes se sentían culpables por no haber ayudado al Imam Husain (P) decidieron empezar un levantamiento en contra de los asesinos del Imam (P). Los shiítas de Basora y Mada'in prometieron que tomarían parte en este levantamiento y a partir de entonces, los miembros de Tawwabin organizaban secretamente reu n i o nes semanales sobre el desarrollo de su levantamiento, y reunían fuerzas y armas de las tribus de Kufa para prepararse para su lucha. El ejército de Tawwabin se dirigió hacia Sham en el año 65 de la hégira. En una región llamada ‘Ayn al-Warda, ellos se encontraron con el gran ejército de Sham que contaba con más de 30 mil soldados. En esta guerra, que duró tres días, los Tawwabin fueron derrotados, y todos fueron asesinados a excepción de Rufa’a Ibn Shaddad.
En el Sagrado Corán, existen numerosas aleyas que hacen hincapié en la importancia de la unidad entre los musulmanes, entre ellas se destacan la aleya 103 de la sura Ale ‘Imran, la aleya 65 de la sura al-An’am y las aleyas 31 y 32 de la sura al-Rum.
Los asesinos del Imam Husain (P) que habían recibido un fuerte golpe por Mujtar, se fueron a Basora y animaron a Mus’ab Ibn Zubayr a luchar contra Mujtar. Mus’ab preparó un ejército y se dirigió hacia Kufa. Mujtar, sin pedir ayuda a Ibrahim Ibn Malik Ashtar, envió un ejército liderado por Ahmar Ibn Shurayt para repeler el ataque de Mu’sab, sin embargo, el ejército de Ibn Shurayt fue derrotado en este conflicto, y luego Mus’ab invadió a Kufa, y mató a Mujtar y sus compañeros.
Abraha, el gobernador de Yemen, había construido una gran Catedral en Sanaa (la capital del Yemen) y les había ordenado a los árabes ir allá para peregrinar en lugar de ir a la Kaaba. Sin embargo, después de que vio que su orden fue ignorada, decidió destruir y profanar la Kaaba. Entonces, se dirigió con un gran ejército de elefantes hacia la Meca. Tan pronto como el ejército se acercó a la Kaaba apareció una nube oscura de pequeños pájaros que tenían piedrecillas en sus garras y en el pico. Los pájaros lanzaron estas piedrecillas sobre el ejército de Abraha, y en unos pocos minutos, todo el ejército fue destruido.
En este sermón, el Imam Sayyad (P) aprovechó la oportunidad para refutar la propaganda de los omeyas contra Ahlul-Bait (P), y hablar acerca de las virtudes del Imam Alí (P) y su familia. Él presentó a sí mismo como hijo del Profeta Muhammad (PBD) y del Imam Ali (P) y habló de tal manera que los presentes comenzaron a llorar y el pensamiento público se cambió en contra de Yazid y a favor de Ahlul-Bait (P).
Según las narraciones trasmitidas por Ahlul-Bait (P) es imposible ver a Dios con la vista humana. Sin embargo, podemos ver a Dios con el corazón. En otras palabras, el creyente puede alcanzar un nivel elevado de fe; hasta tal punto que siente a Dios en su corazón como si Lo estuviese viendo. Al respecto, hay un hadiz donde el Imam Sadiq (P) le dijo a una persona que le había preguntado acerca de la posibilidad de ver a Dios: “El hecho de ver a Dios con el corazón es diferente que verlo con los ojos. ¡Glorificado y Exaltado sea! Dios está por encima de ser como Lo describen."
De acuerdo con las aleyas del Corán, Dios puede permitir que algunas personas sepan lo que ha pasado antes o lo que va a suceder en el futuro. Al respecto, hay un versículo coránico que dice:
“Él conoce lo que hay ante ellos y lo que hay tras ellos; mientras que ellos no abarcan nada de Su conocimiento, excepto lo que Él quiera (enseñarles).” (Corán, 2: 255)
Los versículos del Corán sobre la Torá y el Evangelio son dos grupos: Algunos de estos versículos consideran explícitamente que todo el Evangelio y la Torá están "distorsionados", y algunos de los versículos presentan estos dos libros como "luz y guía", que se refieren al Evangelio y la Torá originales antes de que fueran distorsionados. De hecho, el Corán introdujo como "luz y guía" las versiones originales de la Torá y el Evangelio, que estaban en manos de los judíos y cristianos de la época del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él). Sin embargo, al mismo tiempo, tiene en consideración el hecho de la distorsión de la Torá y el evangelio existente.
El Imam Baqir (P) fue el quinto Imam infalible
cuyo período de Imamato duró diecinueve años. En este período, el Imam Baqir
(P) emprendió un gran movimiento científico que alcanzó su punto máximo en la
época de su hijo el Imam Sadiq (P). Él alcanzó el martirio en el año 114 de la
hégira, en la ciudad de Medina.
La aleya al-Ikmal es el tercer versículo de la Sura al-Ma'ida, que fue revelado al Profeta (PBD) durante el evento de Gadir, después de que el Profeta declarara públicamente el Imamato del Imam Alí (P).
La honorable señora Fátima (P) ayudaba a su
padre desde los primeros años después de la aparición del Islam y estuvo con a
él en todos los acontecimientos importantes tales como: la batalla de Uhud, la
conquista de la Meca, la Emigración a Medina y la batalla de Ahzab.